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¿Un espíritu malo de parte de Dios?

¿Jehová envió un espíritu malo a Saúl?

En el libro de 1º Samuel 16, tenemos el relato de Saúl siendo desechado como rey, y se afirma que

el Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba el espíritu malo de parte de Jehová (v. 14).

Debido a que es un texto del Antiguo Testamento, las expresiones son más claras en el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento nunca dice que Dios envía un espíritu, dice que Él entrega al pecador en su pecado, es decir, lo deja seguir su mal camino. Al parecer, la idea de que un espíritu malo viniera de “parte de Jehová”, es que este espíritu malo ejercía sus malas acciones porque Dios le permitía que esto se hiciera. Algunos suponen que

“Aquí, espíritu malo indica una disposición destructiva que se apoderó de Saúl como castigo del Señor. El espíritu malo es de parte del Señor en el sentido de que Él tiene un plan divino, y todo está bajo su control”1.

Con seguridad este es el sentido del texto. Dios no podría permitir que Saúl, quien era salvo, fuera poseído por un demonio. Son bastantes las pruebas de que los demonios no pueden poseer a salvos. Además, el rey estaba pasando un evento muy frustrante de su vida, el ser depuesto como rey, en un acto que no solamente era profético, sino que era público.

El adjetivo “malo”, tiene una serie de formas de interpretación según el contexto, tal como el sustantivo “espíritu”. En el análisis del pasaje, habla más de una condición que el Señor permitió en Saúl que una posesión demoníaca. Las características que demuestra Saúl de desesperación, ira y violencia, son comunes en personas deprimidas. Incluso algunos estudiantes del idioma original hebreo sugieren que el término “espíritu malo” puede traducirse “espíritu melancólico”.

El comentario Siglo XXI, edición 1982 revisada, dice:

“El v. 14 nos da la primera indicación de los problemas que molestarían a Saúl de aquí en adelante. Su posición como rey nunca fue fácil, con la amenaza permanente de los filisteos y con el dudoso apoyo y falta de unidad en Israel. El rechazo de Samuel tiene que haber socavado tanto su posición como su tranquilidad de espíritu. Así que se dice que sufría de un espíritu malo de parte de Jehovah, que no debe interpretarse como una posesión demoníaca. El escritor bíblico quiere mostrar que David (el futuro rey) obtuvo el Espíritu de Jehovah, así que Saúl (el rey rechazado) lo perdió; y Dios controló de tal manera los acontecimientos que la pérdida sufrida por Saúl lo llevó a necesitar música, y uno de sus propios criados recomendó a David. En ese sentido, el espíritu malo de Saúl, su ansiedad mental, estaba bajo el control de Dios”.

Esto nos enseña que muchos creyentes pasan momentos difíciles, debido a que ellos se han cerrado en sus propios razonamientos, haciendo lo que ellos creen es correcto y evitando conocer mejor la voluntad de Dios para sus vidas. La falta de estudio de la Palabra de Dios produce ansiedad, preocupación y desesperación.

La música resulta calmante; la música es un medio de escape de las presiones, es una forma irresponsable de no afrontar su realidad y tomar decisiones correctas. Nos enseña que muchos buscan la música y no al Señor cuando se sienten afligidos y desamparados.

1Nota de estudio de la Biblia de las Américas.

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