¿Debemos dar el diezmo?
8.¿Debe un cristiano dar el diezmo?
“Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más importante de la ley, es a saber, el juicio, y la misericordia y la fe: esto era necesario hacer, y no dejar lo otro”. Mateo 23:23.
El término “diezmos”, en plural, es mencionado siete veces en el Nuevo Testamento en Lucas 18:12 y Hebreos 7:2-9. El verbo “diezmáis” aparece dos veces en Mateo 23:23 y Lucas 11:42, para un total de 9 veces.
Se menciona, después de que la iglesia fue instituida en Mateo 10, como “necesario hacer”, en Mateo 23:23, y se menciona en Hebreo 7:8 como dado a “uno de quien se da testimonio de que vive”.
El principio del diezmo no es de la Ley, sino del diezmo de Abraham, un acto de reconocimiento de la provisión, cuidado y respaldo de Dios. El diezmo de la Ley es obligatorio y condenatorio, el diezmo de Abraham es voluntario, agradecido y solemne… “Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley” (Hebreos 7:12).
El diezmo cristiano se propone en el corazón, es “apartar algo” cada semana de lo ganado, es decir, el porcentaje del ingreso neto, fuera de gastos y demás, y se ofrece al Señor.
El diezmo es totalmente diferente a la ofrenda. Una ofrenda es un ofrecimiento voluntario de cualquier cantidad, servicio o artículo, para el Señor.
El diezmo no es obligatorio, es voluntario; y las personas con necesidad no están obligados a darlo si consideran que no pueden, pero es un principio financiero que ayuda a ordenar las finanzas, a usar mejor el dinero y a restaurar la bendición de dar. La viuda dio todo lo que tenía porque su corazón deseaba darle al Señor, no porque fuera obligada a hacerlo.
En la Escritura, el principio de las ofrendas es progresivo en dos etapas: primero, el ofrendante se da al Señor, y luego se da a la iglesia (2ª Cor. 8:5).
El diezmo es el “10 %” de algo, y se ha dicho regularmente en relación a las ofrendas, pero el diezmo al Señor es un principio administrativo en relación a la entrega. Por ello, un creyente entregado al Señor, será fiel con su diezmo para el servicio del Señor.
¿Y cómo selecciono el diezmo? ¿Es del total de todo? A estas preguntas, la respuesta se encuentra en la misma Biblia. Como creyentes entendemos que no nos rige el principio de la ley de Moisés, por lo que se enseña en la Ley no es relevante para nosotros. Aunque puede servir como ejemplo y formación, la Escritura es clara en otras partes con respecto a esto.
Según Hebreos 7, el diezmo cristiano es voluntario, y es en agradecimiento a Dios, tal como lo hizo Abraham. Entonces, este principio básico nos ayuda a comprender el uso y aplicación del diezmo. Un cristiano realmente agradecido da por lo menos el diezmo de sus ingresos.
Veamos el principio bíblico:
- Abram recuperó todos los bienes, a Lot, la familia de Lot, los bienes de Lot, a toda la familia y gente cautiva (Gn. 14:16).
- Luego, Abram da “los diezmos de todo” (Gn. 14:20). Este “todo” es específicamente aquello que tomó “de sus enemigos” (14:20).
- Abram no dio el diezmo de lo que no le pertenecía, lo que era de Lot y de Sodoma (v. 21).
- Tampoco dio los diezmos de lo que ya tenía en casa, y que era su propiedad.
- Él dio el diezmo de lo que recobró en la liberación de su sobrino.
Esto nos demuestra que el diezmo sale de aquello que se recibe como “ganancia”, y no de aquello que ya es una obligación adquirida. Por ejemplo, en la misma Ley de Moisés, se podía diezmar las crías de los animales (ganancias), pero no se diezmaban las madres de las crías (propiedad).
Abram diezmó voluntariamente los bienes adquiridos. De la misma manera, se diezma de lo que se adquiere de forma voluntaria. Esto significa que el diezmo es algo que se determina en oración y con la conciencia que es para el Señor. La persona debe decidir si usa el diezmo del ingreso bruto o del neto. Pablo dice que “dé como propuso en su corazón” (1ª Cor. 9:7), no es una norma de cuánto debe dar. De hecho, si la persona no quiere darlo, está en la libertad de no darlo, porque nunca es obligatorio. Pero es bíblicamente claro que aquel que diezma recibe bendición de Dios y provisión para seguir siendo fiel (2ª Cor. 9:6). Quien no diezma, no recibe bendición. Esta bendición no es por dar dinero, es por ser generoso para ayudar al ministerio de los santos de la iglesia.
¿El pastor debe dar el diezmo? La Escritura nunca señala esto, pero se da por sentado que es igualmente un acto voluntario. Un pastor que diezma puede pedir a sus ovejas que hagan lo mismo.
¿Es el diezmo secreto? Sí para el donante, pero no para la iglesia. La tesorería debe dar un informe mensual claro de diezmos y ofrendas a la iglesia, así como de todos los gastos en ella.
¿Se puede dar ofrenda al pastor? Sí. La Escritura incentiva a los miembros a bendecir a sus pastores con ofrendas o toda cosa buena (Gál. 6:6). El creyente decide cómo bendecir a su pastor, y cómo cumplir el deseo de Dios de su corazón, pero esas ofrendas no deben interferir con el diezmo y las ofrendas para la iglesia. Una persona puede hacer una promesa de fe o un compromiso con Dios para bendecir a su pastor con dinero, ropa, alimentos, etc.
¿Cómo es el diezmo de un salario? El diezmo del salario se toma del total ganado, lo que se llama “salario bruto”. Es el 10% del salario.