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El Ayuno Bíblico

¿Qué dice la Biblia sobre el Ayuno?

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”. Joel 2:12-13.

“. . . y entonces ayunarán”. Mateo 9:15.

“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”. Lucas 21:34. Lecturas: Jonás 3 y Mateo 9:14-17.

La palabra “ayunar” significa “no comer alimento”. Por eso, cuando despertamos, “desayunamos”, es decir, interrumpimos las horas sin comida para alimentarnos por primera vez en el día. En un sentido técnico, cuando dejamos de comer algo, estamos ayunando esa comida. Las personas que no comen carne, están ayunando la carne. “Ayunar” es simplemente “dejar de comer”.

Para los cristianos en general, el ayuno ha sido un tiempo programado para no ingerir alimentos, con el objetivo de humildad, duelo, humillación, obediencia y otras muchas aspiraciones populares. En el diccionario Encarta dice sobre el ayuno:

“Alguien que no ha comido. Privado de algún gusto o deleite”.

Y la RAE dice:

ayunar, Del lat. tardío ieiunāre. | 1. intr. Abstenerse total o parcialmente de comer o beber. | 2. intr. Abstenerse total o parcialmente de tomar alimento o bebida por precepto religioso. | 3. intr. Privarse o estar privado de algún gusto o deleite”.

A)Los casos de Moisés, Elías y Jesús

En la Escritura existen varias formas de “ayunar”, ya sea completa o parcialmente. No siempre se deduce que el ayuno era una falta absoluta de comida. La idea que el ayuno es no comer nada, es producto de la religiosidad o de una mala interpretación bíblica.

Las únicas veces que se menciona un ayuno sin ingerir absolutamente nada, ni siquiera agua, es el caso de Moisés (Deuteronomio 9:9), el de Elías (1º Ry. 19:8), y el del Señor Jesucristo (Mat. 4:2). Al analizar estos tres casos, podemos notar lo siguiente sobre el ayuno:

  1. Era un ayuno “forzado”. Ninguno de los tres programó un ayuno sin ningún alimento. Moisés ayunó porque estaba solo en el Monte escribiendo la Ley; Elías ayunó porque estaba huyendo, y Jesús ayunó porque estaba siendo tentado.
  2. Era un ayuno absoluto que no causó daños en el cuerpo. Moisés y Jesús ayunaron 40 días sin perder el vigor ni la fuerza física. Los ayunos prolongados de cualquier persona producen pérdida muscular, debilidad, daño en los órganos internos, y problemas de racionalidad.

Tomando el caso de Moisés, podemos ver que cuando él estuvo en el Sinaí “cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua”,no era un ayuno planeado; ni tampoco era un ayuno “guiado por el espíritu”. La Escritura dice que Moisés tuvo que ayunar todo ese tiempo porque permaneció 40 días en el monte hablando con Jehová y escribiendo la Ley. Pero podemos observar que durante ese tiempo Moisés, no perdió la fuerza ni se debilitó de ninguna manera, pues, pudo bajar la montaña rocosa con dos pidras en sus manos (Deut. 9:15). En este caso, es un milagro de preservación, que fue único e irrepetible.

El caso de Elías es diferente, porque él va huyendo de la muerte. Elías no ayuna porque lo planea, sino porque debe llegar al Monte de Dios, y eso le llevó 40 días (1º Ry. 19:8). Aunque la Escritura no menciona específicamente que haya comido algo, es obvio que Elías comió después de su visión en Horeb, porque pudo regresar. Pero este ayuno se realiza en “movilidad”, el cuerpo no está quieto. Se sabe de personas que han permanecido con pequeñas porciones de vegetales o plantas en una montaña mientras están extraviados. Probablemente Elías comió algunos frutos durante su viaje, pero que no fueron suficientes para “satisfacer el hambre”. El texto no dice que no comiera nada durante el viaje a Horeb, solo dice que la comida de pan y agua le fortaleció para seguir su camino.

El Señor Jesús ayuna porque va a ser tentado. Pero a diferencia de Moisés y Elías, Jesús no tuvo hambre hasta que se completaron los 40 días, porque en Mateo 4:2 dice: “entonces tuvo hambre”. El cuerpo sin pecado del Señor era resistente, y sobre todo, no se desgastaba, por lo que la resistencia a la falta de comida era única. No podemos pensar que un ser humano pecaminoso pudiera ayunar tanto tiempo sin tener problemas en su cuerpo.

B)El uso del “ayuno” en la Biblia

La primera vez que aparece la palabra “ayunar” en las Escrituras, está en el libro de los Jueces 20:26-27. Observe que este ayuno tampoco es “convocado”, sino que es el resultado de su pecado. Ayunaron por causas normales que toda persona ayuna: tristeza y culpabilidad. Este ayuno es el resultado de un pecado de Benjamín, pero no es un ayuno “espiritual”, programado.

Ahora bien, en la Biblia el ayuno puede incluir abstinencia de otras cosas además de los alimentos, y no necesariamente es asunto de comida. Por ejemplo, David “pasó toda la noche acostado en tierra”, sin bañarse, ni ungirse, ni cambiar de ropa, cuando oraba por la vida del hijo que había tenido de Betsabé (2º Sam. 12:15-20).

El ayuno podía ser simplemente un reflejo a la tristeza o al dolor (Dan. 6:18), e incluso, podía usarse con fines malvados, para hacer daño a otras personas (1º Ry. 21:9-16). Esto nos enseña que se corre también el peligro de caer en esta práctica como mero ritualismo o exhibicionismo, sin el acompañamiento de un espíritu humillado y buscador de justicia (Is. 58:3-4; Mat. 6:16).

Las personas ayunaban por diversas razones. Lo hacían, por ejemplo, para prepararse antes de recibir un mensaje de Dios y antes de ir a cumplir una misión especial de Dios. Pero lo hacían también con motivo de la muerte de un ser querido o para conmemorar catástrofes nacionales; y para implorar la ayuda de Dios, discernimiento o perdón.

C)¿Ordenó Dios en algún momento el ayuno?

Como vimos en los textos anteriores, la Escritura hace referencia del ayuno por primera vez cuando Moisés estuvo en el Sinaí. En parte es cierto que aquí se efectúa un ayuno, lo que se conoce como ayuno absoluto, pero no era un mandamiento de Dios ni siquiera una sugerencia. Fue el resultado natural de estar en un lugar donde había alimentos, y estando muy ocupado en escribir la Ley.

Ciertamente vemos algunos ayunos impuestos por Dios a las personas y a los animales, que no son necesariamente una supresión absoluta de alimentos. Dios ordenó ayunar a los primeros seres humanos, Adán y Eva, y a todos los animales, con un ayuno parcial. Observemos que en el principio, Adán y Eva no comían (ayuno) carne de ninguna especie, sino que eran vegetarianos (Gén. 1:29). De la misma manera, todos los animales comían solo vegetales, porque no podían comer (ayunaban) ningún tipo de carne, es decir, incluso los animales carnívoros eran vegetarianos (Gén. 1:30).

El primer mandamiento de “no comer algo”, es decir, de “ayunar”, lo encontramos en Génesis 2:16-17, donde Dios le da al ser humano el primer mandamiento a ayunar: “… de todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Ya en Génesis 3 leemos que Adán y Eva, influenciados por Satanás, pecaron al desobedecer al primer ayuno ordenado por Dios.

Así como los primeros seres humanos cayeron en pecado por no ayunar, los seres humanos de hoy siguen cayendo en pecado por no ayunar. Los creyentes caen en pecado por la falta de ayuno. Las congregaciones están llenas de pecado por ausencia de ayuno. Todo está incitado por Satanás, tal y como lo hizo en el principio. El Diablo y sus demonios no quieren que el pueblo de Dios ayune conforme Dios manda, y hacen que en las congregaciones no se estudie ni se practique el ayuno; porque el día que los creyentes se vuelvan verdaderos ayunadores según las Escrituras, los demonios sabrán que Mateo 17:21 comenzará a tener efecto: “este género no sale sino con oración y ayuno”. (Mateo 17:14-21).

D)Ayunos practicados

La Escritura menciona varios ayunos, y la manera en que se practicaron.

  1. El ayuno sobrenatural. Este es un ayuno sin ningún alimento sólido, ni líquido y sin agua por un período de 40 días. Tal y como lo hizo Moisés en el Sinaí (Deuteronomio 9:9). Médicamente está demostrado que el ser humano no puede vivir mas de siete días sin agua, por lo cual este ayuno es milagroso. Y no puede ser recomendado a nadie hoy en día. Personas fanáticas, como Yiye Ávila, ayunaban comiendo pan y agua por la mañana; y al terminar los ayunos, sus ideas eran más extrañas, más espiritistas.
  2. El ayuno absoluto (o total). Es un ayuno donde se elimina toda comida y agua, pero es por pocos días. El apóstol Pablo siguió este tipo de ayuno por tres días, después de haber quedado ciego y aparecerle Jesús en el camino a Damasco (Hechos 9:9). Este ayuno tiene varias características: Jesús se le apareció y Pablo ayunó por el impacto profundo en su vida. Su ayuno no era para averiguar algo, sino para meditar en su llamamiento, que luego él describe. No haga este ayuno, por no es recomendable estar sin alimentos por más de tres días. Este ayuno está diseñado para ciertas situaciones extremas y puede traer consecuencias serias a la salud. No beber agua durante mucho tiempo daña las membranas cerebrales produciendo daños permanentes, y dando alucinaciones y problemas de carácter y comprensión.
  3. El ayuno parcial (o de Daniel). (Daniel 1:8-15; 10:3). Consiste en solo consumir una cierta clase de sólidos y una cierta clase de líquidos. Por ejemplo, como el caso de Daniel, quien se abstuvo de ingerir manjar delicado, carne y vino. Comiendo solo legumbres y bebiendo agua. Este tipo de ayuno puede ser por un tiempo o permanente. Por ejemplo, hay personas que han decidido ayunar permanentemente de carnes rojas, o mariscos, o todo tipo de carnes. En lo personal, creo que todo buen cristiano debe practicar el ayuno permanente de todo tipo de bebida alcohólica, o de todo aquello que le hace daño y es superficial, tal y como lo hacían los nazareos al nunca beber vino ni sidra.

E)Los ayunos religiosos

Estos ayunos son muy practicados, pero no son bíblicos, y no son tampoco practicas recomendables. Los mencionamos para el conocimiento, pero advertimos que su efecto espiritual es casi nulo, a diferencia de que son motivadores religiosos y místicos.

  1. El ayuno de sólidos. Solamente se toman líquidos como: agua natural o de sabor, jugos de frutas o de vegetales, licuados o malteadas.
  2. El ayuno a pan y agua (o de John Wesley). El fundador y líder del movimiento metodista, John Wesley, solía practicar este tipo de ayuno, comiendo solamente pan natural de grano entero y agua.
  3. Ayuno por el tiempo de duración o por su continuidad en:
    1. Ayuno menor de un día (o por horas). Es un ayuno que no cumple 24 hrs. de duración. Pero por lo regular puede medirse en períodos de 6, 12 ó 18 hrs. Este tipo de ayuno es el más recomendable cuando se va uno a iniciar en este tipo de ejercicios espirituales.
    2. El ayuno de un día. Es saludable (física y espiritualmente) hacer un día de ayuno para ir desarrollando crecimiento y fortaleza espiritual.
    3. El ayuno de agua. Se pasan máximo 2 días solamente tomando agua.
    4. El ayuno intermitente. Se efectúa hasta cierta hora del día, come uno algo hasta otra cierta hora, y al otro día igual, y así durante varios días. Por ejemplo, se puede ayunar de 6 de la mañana a 6 de la tarde y comer después de la 6 de la tarde. Repitiendo este proceso al siguiente día y así sucesivamente por el número de días que uno considere. Con este tipo de ayuno, se puede soportar hasta por varios meses. Pero el ayuno cristiano no se practica por duración, sino por propósito.
    5. Ayuno por el número de personas que participan en: a) Individuales (o personales). b) De pareja (con un amigo o con el cónyuge). c) De grupo (o de congregación). Estos ayunos no son bíblicos, porque la Biblia nunca dice que se deben convocar a ayunos congregacionales.
  4. El ayuno común o normal. Lo practican muchas religiones. Solamente se toma agua y puede ser por largo tiempo. En la actualidad ha habido quienes lo han hecho hasta por 41 días. Pero este tipo de ayuno no se menciona en la Biblia, por lo que no corresponde a los cristianos.
  5. El ayuno de victoria. Es un ayuno que se comienza y no se termina hasta que uno obtiene la victoria o la respuesta por el propósito por el cual se está ayunando. Por ejemplo, alguien puede tener un familiar con una enfermedad grave, y entrar uno en ayuno y oración para que el ser querido no muera, y no parar de ayunar hasta su recuperación (es decir, la victoria). Muchos usan el caso del rey David en 2º Samuel 12:15-20. Pero en 2º Samuel David estuvo ayunando por la vida de su hijo, en contra de la voluntad de Jehová, porque ya Dios le había dicho que su hijo moriría. Este ayuno de David es un ayuno egoísta y de desobediencia, porque ya Dios le había dicho que su hijo moriría (2º Sam. 12:14).
  6. El ayuno del Señor. Es un ayuno que supuestamente “se hace dentro de la perfecta voluntad del Señor”. La persona empieza a ayunar pero, como se sabe cuando terminará el ayuno, dejan “que el Espíritu Santo nos dirija totalmente”, y siguen con hambre sin fecha. Regularmente estos ayunos los rompen cuando la familia lo exige, o la debilidad le muestra su error. Algunas personas han muerto por practicar estos ayunos.

F)La interpretación correcta del ayuno

El ayuno no es “una varita mágica” o un “cúralo-todo”, ni “la lámpara maravillosa” que podemos manipular para obtener todo lo deseado. En el pentecostalismo el ayuno y la oración son prácticas que se acercan peligrosamente al espiritismo y prácticas ocultas.

Otros confunden el ayuno con “la dieta”, porque a veces usan el ayuno como un mecanismo para bajar de peso. Algunas personas creen que porque ayunan, deben comer mal y abusarse.

Otros lo hacen para figurar delante los demás o para medir con otros el grado de espiritualidad, según el número de días que aguantamos sin comer.

El ayuno lo practican hasta los inconversos. El ayuno no es un acto que produce espiritualidad ni doblega a Dios.

Bíblicamente, el ayuno tiene un propósito. Es un propósito de purificarse a sí mismo. No tiene el objetivo de lograr algo, sino de cambiar en nosotros algo. Ya vimos que el primer ayuno tenía con no comer la fruta prohibida y que David ayunó por rebeldía. Esto nos enseña que el ayuno no es un acto de “espiritualidad” superior, sino una forma de demostrar nuestra dependencia a Dios y a su voluntad.

En las lecciones básicas de discipulado se explica que cuando una persona nace de nuevo, su espíritu muerto pasa a tener vida por medio del Espíritu Santo. Así que, todos los convertidos tienen dos naturalezas: la carnal y la espiritual, las cuales combaten entre sí para influenciar en nuestras decisiones. ¿Qué naturaleza de las dos nos dominará? La que alimentemos mejor.

Si alimentamos más a la carne que al espíritu somos carnales, con un espíritu contristado o apagado (Stg. 4:1-3). Si alimentamos más al espíritu que a la carne somos: espirituales, con una carne sujetada y muerta.

Entonces el ayuno bíblico, es una herramienta para debilitar la carne y fortalecer al espíritu alimentándolo con la Palabra de Dios y pidiendo madurez en oración. El poder de Dios se perfecciona en la debilidad del Hombre. El ayuno no es una herramienta para forzar el brazo de Dios, de manera que Él dé exactamente lo que se desea. El ayuno tiene un propósito espiritual, y ese propósito es poner a la carne fuera del camino, de manera que el Espíritu domine la vida, se fortalezca y llene cada vez mas el ser.

Jehová dice claramente cuál es el ayuno que Él busca de sus hijos en Isaías 58:

  1. El ayuno no obliga a Dios ni nos hace más espirituales (v. 1-3). Como en este pasaje, muchos ayunan sin quitar la mentira, el chisme, la murmuración, el odio, las malas intenciones, la gritería y maledicencia, y otros pecados, porque creen que al ayunar son más espirituales. El ayuno de alimentos no nos hace más espirituales.
  2. El ayuno de abstención de alimentos no fue ordenado por Dios (v. 4-5). Aunque es una práctica hasta cierto sentido buena, no es un mandamiento de Dios, ni en el AT ni en el NT, de ayunar alimentos.
  3. El ayuno que Dios pide es de dejar las cosas malas y hacer las cosas buenas (v. 6-7).
  4. En los versos 8-12 dice que este ayuno es el que realmente produce resultados de bendición y prosperidad espiritual.

Todo cristiano esta en una batalla en la que es atacado por tres áreas: Las pasiones de su carne, el mundo que le rodea y no conoce a Dios, y las huestes demoníacas que no se pueden ver. Aguantar hambre no le libra de estas cosas, pero sí lo hace el obedecer la palabra de Dios:

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. 1ª Juan 2:16.

“Si permanecéis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será dado”. Juan 15:7.

El ayuno de Dios es hacer las palabras de Jesús, ayunando del pecado.

G)¿Es malo ayunar alimentos?

No. Muchos cristianos como Pablo lo hicieron. Pero la diferencia es que el ayuno de alimentos tiene un propósito diferente. Veamos lo que dice el Nuevo Testamento del Ayuno:

  1. Jesús explica el ayuno. En Marcos 2:18-22, Jesús nos habla sobre el ayuno cuando responde a los discípulos de Juan. Él, quien es el esposo, impide que sus discípulos ayunen, porque el ayuno siempre es cosa de aflicción y dolor. Pero la presencia de Jesús es alegría y gozo permanente. Aunque podemos ayunar, no es por las causas religiosas de tener más espiritualidad o de ser mejores, o de obligar a Dios; tenemos gozo, y el ayuno no es un factor determinante en nuestra vida espiritual. Con la ausencia física de Jesús, “entonces ayunarán”, pero será en armonía a su venida, al deseo de volverlo a ver.
  2. El ayuno con propósito de ministerio. Aunque no son ayunos extensos, sino, al parecer, de un día, los hermanos se reunían para orar, y durante ese tiempo no comían, hasta que ordenaban al ministerio a alguien (Hch. 13:2-3).
  3. El ayuno con propósitos de salvación. En Mateo 17:21; Marcos 9:29, Jesús dice que el ayuno es necesario en cierto “género” de demonios, con fines de que salgan de la persona, y esta pueda ser salvada. Cuando una persona tiene problemas de adicción o de hábitos muy arraigados, pecado o maldades, la única manera de acercarnos a ellas es orando y ayunando para que Dios los libere y tengan oportunidad de escuchar el Evangelio.

Parece que el ayuno con estos propósitos sigue siendo válido y loable. Pero el creyente no debe olvidar que su ayuno es secreto, y no debe ser público (Mat. 6:16-18)

H)Practicando el ayuno responsablemente

No es bíblico el ayuno extenso. Debe ser corto. Los ayunos extensos suceden solo en épocas de persecución y no son ayunos planeados, sino forzados.

Se recomienda que los ayunos sean de 12 horas, y de pocas semanas. Un ayuno de 24 horas solamente si tiene la oportunidad de no exigirle al cuerpo más allá de su resistencia.

Cada cuerpo y cada cristiano son diferentes. Así que para todos es diferente. Algunos no puede ayunar por sus condiciones de salud; otros solo muy poco. Sea como fuere, consulte al médico de su condición para ayunar en caso de no estar seguro.

Siempre que ayune, tome agua. No suprima nunca el agua, es importante para el cuerpo y la lucidez mental. Tome toda la que desee. No se recomienda beber agua fría, ya que a algunas personas en ayuno les puede causar dolor. Procure agua a temperatura ambiente, y asegúrese que esté pura.

Cuando termine el ayuno, cuide de no dañar su cuerpo. Este es un punto importante ya que mucha gente ha arruinado su salud al no saber como romper sus ayunos. Algunas personas, después de un ayuno de varios días, se sienta a comer una porción igual a la que ingería en forma cotidiana, produciendo problemas estomacales e intestinales, desde una hinchazón estomacal hasta una hinchazón generalizada del cuerpo, u otras complicaciones, como una posible congestión o graves daños a la salud.

Lo más recomendable después de un ayuno de cualquier duración es un vaso de jugo de fruta natural. En especial, se recomienda el jugo de uva roja natural.

Después de un ayuno de menos de un día, puede comer una porción no muy grande de alimento no muy grasoso y de preferencia que no lleve carnes o lácteos. Hay quienes recomiendan un vaso de agua de coco natural.

En ayunos de tres días, rompa el ayuno con alimentos líquidos como licuados o jugos, o frutas y vegetales, gelatinas o caldos sin carne. Los ayunos de más de tres días no son buenos. Cuide el templo del Espíritu Santo.

Recomendación:

Puede ayunar un domingo. Debido a que dedica el día al Señor, podrá levantarse, permanecer ayuno y comer al finalizar el día un alimento liviano de frutas. No es bueno permanecer sin nada de alimento durante más de tres días, pero se puede ayunar hasta llegada la noche, y comer frutas a esa hora.

El mejor consejo, antes de ayunar, consulte a su médico sobre su salud y sobre las recomendaciones para un ayuno.

I)¿Por qué el ayuno es tan mal entendido?

Porque la falta de conocimiento bíblico, práctica e interés sobre este tema, conduce a las personas a las ideas religiosas (Oseas 4:6). Satanás engaña con ideas que no son bíblicas, pero que parecen serlo (Mateo 17:21). Porque no se sabe redimir el tiempo y se piensa que deben ser largos períodos (2ª Timoteo 3:4).

El temor a no comer. El ayuno es una buena forma de vencer la glotonería en nuestras vidas (Filipenses 3:17-19; Lucas 21:34; Proverbios 23:21). Proverbios nos dice que ayunar de las cosas “agradables” o “manjares” es valioso y loable (). Así, es posible ayunar comiendo solo verduras o comiendo solo frutas. No conviene suprimir permanentemente la carne y lácteos, porque son fuentes de proteína necesaria. Los ayunos de frutas y verduras no debe exceder el tiempo de 15 días.

J)Conclusión

La Escritura menciona muchas formas en que las personas ayunaron, y no fueron del todo buenas. Así que, si usted ayuna, hágalo con propósito específico, y mantenga cuidado a su cuerpo. Lista de textos que mencionan el ayuno y su forma:

  1. Gn.2:16-17; cap. 3. Adán y Eva los expulsan del Edén al romper al ayuno ordenado por Dios hacia el árbol del conocimiento.
  2. Ex. 34:18. Moisés recibe los 10 mandamientos en el Sinaí en ayuno de 40 días. No es planeado, es resultado del lugar y propósito de ministerio.
  3. Jue. 20:26. Los Hijos de Israel ayunaron en guerra con la tribu de Benjamín, usando el ayuno para fines malvados.
  4. 1º Rey. 21:27. Al rey Acab no le vino el castigo de Jehová, pues, se humilló con ayuno. Aquí, el ayuno fue una manera de demostrar temor y sujeción al Señor.
  5. 1º Cr. 10:12. Los habitantes de Jabes guardan luto con ayuno por la muerte de Saúl. Es un ayuno no espiritual, sino de solidaridad al rey.
  6. 2º Cr. 20:3. Josafat pregonó ayuno debido a un problema grande que les venía. Es un ayuno de terror.
  7. Esd. 8:21-23. Esdras y el pueblo ayunan por la protección de Dios. Tiene el objetivo de concientizar al pueblo de la necesidad de Dios. Así sucede en Esd. 10:6.
  8. Neh. 9:1. Los Hijos de Israel se reúnen en ayuno para escuchar la lectura, y debido a lo extenso, permanecen sin comer formalmente.
  9. Est. 4:16. Ester y los judíos ayunan para que el rey Asuero no los vaya a destruir. Es persecución. Es un ayuno de preparación para lo peor.
  10. Dn. 6:18. El rey Darío ayunó cuando Daniel estuvo en la fosa de los leones. Es un ayuno de tristeza, no espiritual.
  11. Dn. 10. Daniel cumplió 3 semanas de ayuno parcial. No es un ayuno completo.
  12. Jon. 3:5. Como 120mil personas se salvan de la destrucción al creer y ayunar por miedo. No es un ayuno espiritual, sino basado a sus falsas creencias.
  13. Mt. 4 y Lc. 4. Jesús se bautiza y luego ayuna 40 días para iniciar su ministerio, porque fue tentado.
  14. Mt. 9:14. Juan el bautista y sus discípulos ayunaban constantemente porque no habían aceptado la venida de Cristo.
  15. Lc. 2:36-38. La profetiza Ana ayunaba mucho “esperando la redención”.
  16. Hch. 9:9, 19. Pabló ayunó 3 días luego del encuentro con Jesús e inició a predicar. Es el ayuno máximo que los cristianos podemos imitar.
  17. Hch. 10:30. Cornelio ayunó en su religión, y Dios le mostró a quien buscar para escuchar el evangelio.
  18. Hch. 13:1-3. Los líderes de Antioquía ayunaban y se inició la obra misionera.
  19. Hch. 14:23. Pablo y Bernabé en ayuno y oración confirman pastores en las iglesias
  20. 2ª Cor. 6:5-7. El ayuno era parte constante del ministerio del apóstol Pablo, porque era perseguido. Eran ayunos obligados.

El ayuno no es un mandamiento, pero sí puede ser beneficioso si se usa para el ministerio, o para la predicación a personas con problemas. El ayuno de alimentos es una decisión individual y nunca una exigencia colectiva.

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