Cadenas de Oración
¿Son las “Cadenas de Oración” Bíblicas?
Actualmente está de moda hacer “cadenas de oración”. Las cadenas de oración son una modificación de las “peticiones de oración”, que nacieron como resultado de pedir a otro hermano orar por determinada causa. Sin ánimo de desanimar a quien ora, debemos considerar varias cosas negativas en relación a las cadenas de oración:
- Las cadenas de oración podrían pretender “suavizar” u “obligar” a Dios a responder. La idea básica detrás de toda cadena de oración es que, si todos oramos juntos, existe más posibilidad de que Dios responsa y se incline a nuestro favor. Este concepto es tomado por una interpretación alegórica de textos del Antiguo Testamento, tal como 2º Crónicas 7:14. No obstante, son textos que no corresponden con la iglesia, y estaban dirigidos a una nación a la cual se le dijo que debían clamar en conjunto. Y a más de esto, a pesar de que el texto llama a una “humillación colectiva”, no es posible aplicarlo a una “cadena de oración”, donde nadie se ve personalmente, sino que se usan mensajes o sistemas digitales para “convocarla”.
- En segundo lugar, las cadenas de oración siempre buscan el “sí” de la petición; no es conocido de una cadena de oración para saber el “no”. Cuando Dios responde negativamente, la resignación es el común denominador, pero escasea las acciones de gracias por la respuesta. Los verdaderos cristianos damos gracias a Dios cuando nos responde, incluso cuando esa respuesta era diametralmente opuesta a lo que pedimos.
- En tercer lugar, muchas veces las “cadenas de oración” se prestan para informaciones más allá de la petición, llegando a chismes y murmuración.
A)¿Qué dice la Escritura sobre la oración?
- En primer lugar, la Escritura en el Nuevo Testamento nos llama a “orar en secreto”, y Dios que ve en lo secreto, “recompensa en público” (Mateo 6:6). No decimos con ello que orar como iglesia por las necesidades de los hermanos esté mal; Dios nos llama a orar como cuerpo de Cristo por las necesidades de nuestros hermanos en la iglesia local. Pero lo que no es correcto es pensar que una petición, al ser expuesta públicamente, tenga mayor oportunidad de responderse a nuestro favor, que cuando la hacemos en privado. Un creyente debe entender que la oración, pública o privada, tiene al mismo Sujeto para hacer la solicitud, lo que nos asegura que desde uno hasta un millón o más, la respuesta siempre será la misma, porque no depende de quienes piden, sino de quien responde.
- En segundo lugar, las oraciones que la Escritura dice que debemos solicitar a los hermanos en público, no son como cadenas de oración modernas, sino como un cuerpo que busca el apoyo, fortaleza y consuelo entre los hermanos. Pablo pide a toda una iglesia que oren para poder predicar el Evangelio y permanecer firme en medio de la prueba que tiene (1ª Tes. 5:25; 2ª Tes. 3:1; Heb. 13:18).
- En tercer lugar, nos manda a orar unos por otros, no solamente por pedir, sino por fortalecer la unidad, el amor y la cercanía como cuerpo de Cristo (Stg. 5:16). Aunque podemos orar por muchas personas no conocidas, nuestra meta principal es orar “unos por otros”, entre los conocidos (Stg. 1:16).
- En cuarto lugar, la Biblia nunca nos llama a “cadenas de oración”, sino a orar unos por otros; esto significa que debemos orar unos por otros siempre, no solo en un momento específico (Ef. 6:18). La solicitud de que otros hermanos oren por nosotros es más para el apoyo y fortaleza mutua, ya que la respuesta la sabe Dios, la dará Dios y no la cambiará, porque siempre nos dará lo que es mejor.
- En quinto lugar, el concepto de “cadena de oración” es pentecostal, quienes creen que sus muchas oraciones y declaraciones obligan a Dios a responder con un sí. Tácitamente existe un interés propio de por medio cuando buscamos que otros nos “apoyen” en oración. El propósito de Dios es firme; y aunque Él, cuando oramos, puede concedernos algunas cosas, no significa que la oración logró eso; lo que significa es que Él nos ama, y nos concede lo que pedimos, que obviamente ha sido dirigido por el Espíritu Santo para pedir correctamente (Romanos 8:26).
- En sexto lugar, casi siempre las “cadenas de oración” deben hacerse a la misma hora para que funcionen. Ese concepto es hinduista, porque las mantras funcionan más adecuadamente cuando hay un colectivo a una misma hora. Pero en la Escritura no es así. Cuando dice que Daniel oró “en la oración de la tarde”, es lo mismo que decir que, debido a que no podemos ir al culto, entonces oraré en esa hora, respetando el horario de adoración personal, no porque sea más efectivo.
B)¿Es malo entonces hacer cadenas de oración?
No es malo, pero no es un mandamiento. Aunque podemos unirnos en oración, y podemos compartir las peticiones, no debemos hacer “cadenas” para vencer el virus, o para cambiar el gobierno, o para que Dios nos responda sí, cuando percibimos que nos dirá no. Dios tiene el control de todo esto, y la solicitud siempre debe ser en relación a problemas personales, como mejorar la conducta, sabiduría por el trabajo, un hermano enfermo para fortaleza, a favor de un misionero, a favor del pastor, etc. Recalcando que nunca debe tener la intención de que Dios diga Sí, o de que se mueva su mano, o de que ceda ante una situación donde sabemos que ha dicho NO.
Podemos unirnos en oración haciendo invitación a otros hermanos, pero no podemos pretender que debido a esto tendremos mayores oportunidades de una respuesta a nuestro anhelo. Dios responde las peticiones sea en conjunto o sea en individual. Por eso no se convocan “cadenas de oración”, pero si es bueno tener una organización donde hermanos clave pueden ser notificados, y pedir a otros que oren por tal o cual cosa muy específicamente.