¿Los Científicos no buscan a Dios?
“Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”. Romanos 1:20-21, RV60.
Afirmar que los científicos se esfuerzan por demostrar el origen del universo sin Dios, es generalizar demasiado. El grupo de científicos “evolucionistas” y el grupo de científicos “creacionistas”, son casi igual en número, pero cada grupo se desenvuelve en su “ambiente” científico, por lo que los evolucionistas son conocidos por los no religiosos y los creacionistas por los religiosos. Esto indica que muchos cristianos han ido a buscar respuestas en el lugar inadecuado.
Ahora bien, no todos los científicos son evolucionistas, como es bien sabido que no todos son creacionistas. Un ejemplo es el sitio web www.creacionismo.net, o el sitio web http://www.sedin.org/creacion.html. Ambos sitios están dedicados a defender, desde la ciencia, la creación y el diseño inteligente. No podemos cerrarnos a pensar que todos los científicos son ateos, o son evolucionistas, porque no es verdad. Además, la gran mayoría de los científicos de la historia eran creyentes, incluyendo a Darwin, quien después rechazó a Dios, no por tener pruebas, sino por no poder aceptar el mensaje bíblico, que se afirma viene de Dios. Así, él optó por rechazar a Dios bajo su propia decisión y percepción.
A)¿Por qué algunos científicos rechazan a Dios?
El rechazo a Dios regularmente es el resultado de no aceptar aquello que la Biblia dice, especialmente el hecho de la fe. La Biblia no ignora esto, pues, dice que las personas que consideran su propio razonamiento superior a cualquier postulado no racional, y no comprendiendo las maravillas de la creación, se envanecieron en sus razonamiento y no dieron culto al Creador (Ro. 1:18-22). La palabra “envanecer” significa que es absorbido por la vanidad, es decir, por la presunción de un razonamiento que parece lógico, pero no deja de ser una teoría, un concepto falto de realidad y sustancia, porque no puede ser probado, y por tanto es vano, hueco y sin bases reales.
¿Cómo se prueba por experimentos la creación antiquísima de la cual nadie fue testigo? Es por esto que los evolucionistas le llaman teoría, porque es el conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación firme y segura, pero intrínsecamente unido al razonamiento humano.
Pero no todos los científicos se han encerrado en su propio razonamiento; porque, aunque ellos saben que las teorías históricas son válidas, dignas de consideración, y aunque son razonamientos humanos fundamentados en un análisis científico propio de la sociedad o de la circunstancia donde fueron dados, no son determinantes como verdades infalibles.
B)¿Pero la ciencia no lo explica todo?
Todas las verdades científicas habían dependido de experimentos de observación dentro de nuestro planeta, y con ello se suponía lo exterior al planeta; pero con el avance actual de la ciencia, muchos postulados fueron cambiando; por ejemplo, que la tierra no se movía o que el centro de la tierra era sólido. Actualmente esas teorías ni se recuerdan; pero muchas siguen cambiando y no siempre permanecen inalterables.
Por esta razón, la ciencia no ha podido explicar todo, y se sujeta a “teorías” que exponen, en muchas ocasiones, como verdades absolutas. Pero la ciencia solamente formula teorías basadas a experimentos científicos que podrían ser probables, y que lo son en muchos casos, pero en otros muchos no es así.
Por ejemplo, la data de cada período es claramente cuestionada en el sitio web: http://www.sedin.org/propesp/X0034_1-.htm, donde científicamente se puede comprobar el error de la data en base al carbono 14, dando como resultado que los elementos de datación científica hasta ahora, son o pueden ser considerados inadecuados o, al menos, cuestionables. Los científicos de la evolución no admiten que sus métodos puedan tener errores; simplemente obvian sus errores o los minimizan al extremo de que pasen desapercibidos, y quede la idea de que el método es infalible. Aún hoy siguen empeñados en el dato del carbono 14. El hecho de que muchos lo vean como una verdad, no necesariamente lo es.
C)¿Es la ciencia incuestionable?
El aumento del conocimiento humano (lo que llamamos ciencia,) ha sido muy interesante en los últimos años. Realmente no ha pasado mucho tiempo desde que el conocimiento se propagó entre todos de una forma asombrosa. El conocimiento ha llegado a ser la panacea de nuestra sociedad. Y sin embargo, el precio por saber ha sido la disminución de la comprensión en otras áreas de la vida. Aunque podríamos ver a muchos con conocimientos sobre evolución, astronomía y política, se ha ido perdiendo el conocimiento de la medicina, la moral y la vida social. Cada vez más las personas se sumergen en un egocentrismo malsano, en una insensibilidad a la vida y en una arrogancia despreciativa hacia los demás. Cada vez más muchos no saben distinguir los conceptos de las palabras. Ahora, resulta que hasta grandes universidades y pensadores rechazan la biología para seguir la ideología, porque sus razonamientos están corrompidos.
El aumento de la ciencia humana está profetizado en la Biblia, y ciertamente que no ha sido para bien el diagnóstico divino. Pero antes de ver el “aumento” de la ciencia, debemos aclarar un punto. El pasaje de Daniel 12:4 no se refiere a nuestra era, sino al Reino Milenario. Y en ese sentido, no es correcto usarlo como un cumplimiento profético actual. En ese pasaje, el conocimiento es precisamente del Libro de Dios, las Escrituras, lo que revela y sostiene la preservación de las Escrituras en su estado puro. El “aumento” del conocimiento en nuestra era se menciona, pero no se hace de la mejor forma, al contrario, se enfatiza sobre su lado malo, debido al pecado del hombre.
Uno de los problemas del conocimiento moderno del hombre es su “apariencia de conocimiento bíblico”, y es el más peligroso de todos. En Romanos 2:20-21 se ve el problema de saber académicamente una verdad bíblica que realmente no es tomada con la importancia debida, y que por ello, no es aplicada al corazón. Es el caso de la Crítica Textual, apoyada por grandes “eruditos” y académicos lingüistas en ciencias bíblicas, pero perdidos, sin salvación y sin Dios en el corazón. Totalmente alienados de la vida de Dios, pretenden corregir o instruir a otros en los ideales de la religión bíblica. Es realmente engañoso cuando leemos literatura de las llamadas “Ciencias Bíblicas”, donde todo lo cambian y todo lo amoldan a sus ideologías. Algunos incluso dicen que son tradiciones, misticismo o ritualismo lo que la Escritura menciona. Tienen un conocimiento que no está conforme al conocimiento de Dios (Ro. 10:2), y se han “vuelto necios” (Ro. 1:22).
Otro problema del “conocimiento moderno” es la intromisión del gnosticismo dentro del cristianismo. Pablo advierte de esto en 1ª Timoteo 6:20. Actualmente el gnosticismo es parte de casi todo el cristianismo: adoración a ángeles, a la virgen María, a los santos muertos; en el protestantismo tenemos los espiritistas y “carismáticos”, que pretenden revivir las experiencias espirituales del siglo primero.
Otro aspecto es la mezcla entre psicología secular y la psicología bíblica; la primera enfatiza al hombre como el eje de todo, la segunda desplaza al hombre como pecador y se centra en Dios. De allí que la psicología bíblica no sea bien recibida y sea despreciada a causa de la confusión; porque si es verdad que existe la psicología bíblica, aunque algunos la rechacen, pero debido al conocimiento adquirido de una psicología mundana, rechazan todo lo que se llame psicología. Pero el ser humano es un ser psicológico, y cuando nace de nuevo, es un ser espiritual. La Biblia le llama a esa condición sin Cristo, “hombre natural” u “hombre anímico”, porque es controlado por su psiquis, pero no por su espíritu.
El conocimiento es muy importante en todo el quehacer humano. Sin conocimiento no puede haber un desarrollo cognitivo ni una comprensión adecuada de la Biblia.