¿La debe permanecer en silencio?
¿Qué significa que la mujer “aprenda en silencio” en 1ª Timoteo 2:11?
La frase “Aprenda en silencio”, es prácticamente lo mismo que “no enseñe” (v. 12; 1ª Corintios 14:34). Esto ha dado muchas interpretaciones y posiciones entre creyentes e iglesias. Desde la doctrina bíblica llana, la mujer no debe proponer cuestiones formativas o doctrinales en la asamblea pública (1ª Corintios 14:35), sino que debe estar con “con toda sujeción”, es decir, no “usurpando la autoridad” (v. 12) que ya ha sido delegada. Es claro en la Biblia que ella podrá enseñar, pero no en el culto público (Hechos 18:26), sino “aparte”. La frase “tomar autoridad sobre el hombre”, es el término griego “authenteo” (αὐθεντέω), que significa “ejercer el dominio por cuenta propia”.
Pablo entiende que una mujer que quiere enseñar en el culto divino, está fuera del orden divino y de la autoridad delegada a la iglesia. Aunque ella puede cantar o enseñar en actividades separadas, no lo puede hacer durante el culto público, es decir, durante los cultos donde la iglesia está reunida oficialmente. Es deber del pastor, y de quienes él designe, la enseñanza de la congregación.
Etimológicamente, “authenteo”, en “su utilización anterior, significaba a uno que con su propia mano daba muerte a otros o a sí mismo. Más tarde vino a denotar a quien actúa en base de su propia autoridad; de ahí, ejercer autoridad, dominio” (Vine, Griego del NT).
La frase “sino aprenda en silencio”, usa la palabra griega “jesuquia” (ἡσυχία), que significa “con sosiego o con orden”. No está diciendo que no puede hablar nada, sino que ella debe ser respetuosa del que enseña. Por eso, la mujer no debe enseñar en el culto cristiano, sino solo aquellos que han sido ordenados para ello.
El llamado liderazgo femenino dentro de la iglesia, es un tema no conocido por las Escrituras, básicamente porque la teología al respecto depende de la Teología de la Creación, la cual enseña que Adam “fue creado primero” (2:13), antes que Eva, quien fue creada como complemento para él (1ª Corintios 11:8-9), por lo que ella nunca ha recibido el encargo de dirigir nada. El varón es el responsable de la instrucción y la formación de la familia (Deuteronomio 6:1-8). Además, añade Pablo, Adam pecó porque su esposa, engañada por Satanás, le persuadió (2:14). Esto es esencial, porque la palabra «engañada», es el término griego «apatao» (ἀπατάω), que significa «hacer trampa», por medio de la seducción y las palabras «vanas» o vacías. En Cristo la salvación se ha dado a todos por igual, pero el orden de la autoridad no ha cambiado, porque es un orden establecido antes de la caída, no después de ella. El profeta Isaías, hablando del liderazgo político de Israel, dice: “Los exactores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen la carrera de tus caminos” (Isaías 3:12).