Los Dos Testigos
¿Existe evidencia bíblica de quiénes son los dos testigos?
Los dos testigos se mencionan en Apocalipsis 11:3; y solamente les llama “dos testigos míos”. Estos testigos se identifican con los “dos olivos” y los “dos candeleros”, que se mencionan en Zacarías 4:3 y 4:12. En la profecía de Zacarías son dos personas reales, Josué y Zerubabel. Esto ha dado a varias interpretaciones: que es judíos y gentiles salvos que testifican, o que son dos testigos especiales que surgen en esa época. En la revelación de Juan son dos individuos que, al parecer, son conocidos por Juan, porque el verso 3 da por un hecho que Juan sabe quienes son. Entonces, no pueden ser judíos y gentiles salvos; y como se menciona los olivos y candeleros, entonces son “dos personas”.
En la historia hay dos personas que nunca murieron: Enoc y Elías. De Elías sabemos que hizo milagros, pero de Enoc solo se dice que era de buen testimonio. Los dos testigos de la Revelación de Juan pueden hacer milagros ya registrados en la Escritura. Si tomamos que son Enoc y Elías, entonces habría algo que nunca supimos de de Enoc; pero sería conjeturar. Según Mateo 17:1-3, Pedro, Jacobo y Juan conocieron visiblemente a Moisés y a Elías. En este caso, ambos sí hicieron milagros portentosos. En la Revelación de Juan 17:6, las señales corresponden con Elías (“cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía”), y con Moisés (“tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren”).
A)Complicaciones interpretativas
Parece que Elías y Moisés volverán a aparecer, como indica Malaquías 4:5-6 (aunque es posible que se cumpliera en Juan, Mat. 17:11 y Hch. 3:21). Como dijimos, Moisés y Elías aparecieron con Cristo en la transfiguración, la que prefiguró el futuro reino milenario. En cuanto a Moisés, se detalla mucho en Deuteronomio 34:5-6 y Judas 1:9, que dejan claro que el cuerpo de Moisés era muy diferente al de los demás, porque Satanás quizo robárselo, y quien lo enterró (a excepción de todos los demás), fue Dios mismo; quizá todo esto es probablemente por el cumplimiento de la profecía futura en Apocalipsis.
El genio y modo de proceder de Elías llevan la misma relación con la segunda venida de Cristo que los de Juan el Bautista llevaron con la primera venida. Muchos de la iglesia primitiva creyeron que los dos testigos eran Enoc y Elías. Esto evitaría la dificultad de que murieran ellos dos veces, porque éstos nunca murieron; pero morirán cuando serán los testigos muertos. Con todo, la conversión del agua en sangre, y las plagas (Deuteronomio 11:6), se aplican mejor a Moisés que a Enoc (comp. el 15:3, “el cántico de Moisés”).
Personalmente creo que Moisés puede ser resucitado, ya que en la en la transfiguración ni Moisés ni Elías estaban en su permanente estado de resucitados, el que no será hasta que Cristo venga para glorificar a sus santos, porque Él solo es primicias de los que durmieron. Al igual que los santos que resucitaron en la Resurrección de Cristo y volvieron a morir (Mat. 27:52-53), es posible que Moisés resucite para volver a morir.
Una objeción a esta interpretación es que aquellos dos siervos bienaventurados de Dios tendrían que someterse a la muerte, y Moisés por segunda vez, lo que es negado por Hebreos 9:27. Pero el sentido de Hebreos tiene que ver con una muerte sin resurrección temporal, porque Lázaro y el muchacho que levantó Pablo, resucitaron, pero volvieron a morir.