¿Qué significa «almud»?
La palabra “almud” se emplea en Mateo 5:15; Marcos 4:21 y Lucas 11:33. Traduce la palabra griega “modio”, que era una medida para áridos. La palabra “almud”, en español, es de origen árabe, y se usaba de igual sentido, pero era un poco diferente. El almud de la Biblia, era una medida alargada, que algunas personas daban vuelta para colocar las lámparas. Dice Jesús que la lámpara no se “pone debajo” del almud, sino sobre el candelero. El almud era un instrumento de medida, quizá de unos 50 centímetros de alto, almacenando unos 9 litros de granos; y algunas personas producían incendios al colocar las lámparas sobre él, porque era de paja; y poner el almud encima era realmente peligroso. Tratar de elevar la luz con un almud era más perjudicial que beneficioso.
La figura es que la vida de un creyente debe buscar el soporte en aquellas cosas de la vida que realmente funcionen para ser ejemplo, para lograr “alumbrar” a los que están en casa. Así como el almud ayudaba a elevar un poco la lámpara, pero arriesgaba la integridad de las personas, la vida de un creyente, apoyada por las cosas cotidianas en forma descuidada, podrá dar una luz que sea más riesgosa de alejamiento que de cercanía a una vida de santidad. Las muchas órdenes y prohibiciones, excediendo más el ejemplo, solo producen rechazo y desprecio de parte de quienes no son salvos. La lámpara cristiana va colocada sobre el buen ejemplo de la vida, demostrando con las acciones aquello que las palabras no pueden cambiar (v. 16).
Nuestra luz comienza con el ejemplo, no con las palabras. Si queremos alumbrar la vida de nuestros familiares debemos comenzar demostrando en nuestras propias vidas el cambio efectuado por la obediencia a la Palabra de Dios.