El Rapto
¿Es bíblico el Rapto de los Santos?
Con relación al rapto, debemos primero comprender dos aspectos básicos de la doctrina, antes de discutir el tema del Rapto de los Santos.
- La palabra “rapto” es de origen latín. En la Biblia Vulgata Latina, en 1ª Tesalonicenses 4:17 se utiliza el término “rapiemun”, que significa “arrebatados”. La Biblia en español siempre tradujo el concepto “arrebatados”. ¿De donde, pues, tenemos el término “rapto”? Debido a que en la época antigua se usaba el latín para todos los escritos teológicos, el término se “castellanizó” como parte de las obras teológicas, llegando no como “raptus”, sino como “rapto”, el que luego, por el sentido de ser “arrebatado violentamente”, pasó a ser usado para el secuestro de personas, y de allí, se afianzó como “secuestro”. No obstante, en el latín teológico hace referencia al arrebatamiento.
- El término griego para “arrebatamiento”, es el término “ἁρπάζω [jarpázo])”, que según el diccionario es “apoderarse de (en varias aplicaciones): apoderarse, arrebatar”. Y se usa en la Biblia con la idea de “saquear” bienes ajenos por la violencia (Mt. 11:12; 12:29). Se dice de una persona que es “arrebatada violentamente” o es “secuestrada” por otra, como en el caso del Espíritu Santo con Felipe (Hechos 8:39), un arrebatamiento tan brusco a la vista humana que no deja rastro alguno. También es usado en el caso de intentar “raptar” a un niño (Ap. 12:5).
- El diccionario Vine añade: “Este verbo comunica que se ejerce una fuerza de una manera súbita, como en Mateo 11:12: «lo arrebatan»; en 12:29: «saquear», … en 13:19: «arrebata»; para tomar por la fuerza, véase también su uso en Juan 6:15; Juan 10:12, Juan 10:28-29; Hechos 23:10; en Judas 1:23: «arrebatándolos».
Entendemos que el término “arrebatar” es sinónimo etimológico de “raptar” en este caso, y es correctamente aplicado al término teológico que se está discutiendo. Así, el “rapto” es una doctrina bíblica, y no es en ninguna forma un invento. El concepto de “violento” no es que sea con maldad, sino con rapidez y de una forma que otro no pueden evitarlo.
Del mismo modo, con el tema del “rapto” tiene varios aspectos relacionados que no debemos dejar pasar por alto:
- Es el “arrebatamiento de los santos”, no es el “arrebatamiento de la iglesia”. Obsérvese en 1ª Tesalonicenses 4 que hay dos eventos: a) La resurrección de los “muertos en Cristo” (4:16), que son elevados al cielo “antes” de los arrebatados. b) Los arrebatados con los que “están vivos” en ese momento (v. 17). El rapto o arrebatamiento es para los vivos, no para los creyentes muertos. Los hijos de Dios que han muerto son resucitados pero no raptados, porque ya están presentes al Señor (2ª Cor. 5:8), en tanto que los vivos son “raptados” porque son tomados con “violencia” y transformados en el aire (1ª Cor. 15:52-53).
- Es un evento “público”, no privado. La mayoría de los predicadores del rapto dicen que es un evento “secreto”, pero en la Escritura es un evento que se anuncia y se conocerá plenamente. Obsérvese que en 1ª Tesalonicenses se habla de “trompeta de Dios” y “voz de arcángel”, una figura que nos recuerda la manifestación de Dios en el Monte Sinaí cuando otorga las tablas de la Ley (Éx. 19). Y ese evento no fue nada secreto. Tampoco se dice en la Escritura que sea secreto; dice que es “rápido”, pero no secreto. La humanidad entenderá cuando suceda el Rapto, y se volverán contra Dios. El odio de los impíos en la Tribulación contra Dios no es causado por ceguera, sino por comprensión y entendimiento de quien es Dios, pero aún así lo despreciarán voluntariamente (Ap. 9:20-21; 16:9, 11).
- Durante el arrebatamiento los santos son elevados y las iglesias serán quitadas de la tierra, por lo que el Anticristo podrá manifestarse al mundo (2ª Tesalonicenses 2:1-12). Esto revela que durante la Tribulación ya no están las iglesias, y por ello, es una dispensación diferente a la dispensación de la iglesia. Según Apocalipsis 4:1, las iglesia ya no estarán presentes durante el período de Tribulación que sucederá inmediatamente después del Rapto.
- También marca la entrada de la dispensación de Juicio, que es de 7 años, llamada la “Tribulación”, y aunque está enfocada en Israel nuevamente, no es un período según la Ley de Moisés, porque no se cumplen los lineamientos de la Ley de Moisés. Israel por su voluntad establecerá sacrificios y rituales nuevamente, pero éstos no son válidos, porque el sacrificio de Cristo, ya efectuado en la cruz, anuló para siempre todos los sacrificios judaicos (Hebreos 9:11-28).
- Según Mateo 24, luego del rapto los perseguidos serán de muchas índoles, pero Él llama a los que que creen en Él ha huir en época que no sea en invierno, porque la huida sería dificultosa y mortal, y que no sea en “día de reposo”, es decir, una época de fuerte influencia religiosa, porque incluso sus mismos coterráneos podrían traicionarlos, en medio de una tribulación espantosa (Mat. 24:20-21).
Algunos otros aspectos serán evidentes en relación al arrebatamiento de los santos: Jesús explicó, por medio de sus parábolas, muchas evidencias de que su venida por los santos es inevitable y verdadera. En la parábola del Sembrador sólo una porción de la semilla cae en buena tierra y produce fruto de a ciento por uno, sesenta por uno o treinta por uno (Mt. 13:1-9, 18-23), en relación de cómo se reduciría el verdadero cristianismo conforme se va acercando el tiempo de Su venida por sus santos.
En Mateo 24, en los versículos 4-14 se dan nueve señales del fin de la dispensación de Gracia:
- Habrán falsos cristos (v. 5).
- Habrán guerras y rumores de guerras (v. 6).
- Habrán hambres (v. 7)
- Habrán pestilencias (v. 7)
- Habrán terremotos (v. 7)
- Habrán mártires (vv. 9-10)
- Habrán falsos profetas (v. 11),
- Habrá iniquidad abundante y un enfriamiento del fervor por Cristo (v. 12)
- El Evangelio del reino es predicado en todo el mundo (v. 14).
Son 9 características que vemos cada vez más en nuestro tiempo y nuestra experiencia cristiana.
En 2ª Pedro, capítulos 2 a 3, se resume el progreso de todo esto en cuatro categorías:
- La negación de la persona y la deidad de Cristo (2:1).
- La negación de la obra de Cristo que nos compró cuando murió en la cruz (2:1)
- La apostasía moral al apartarse de las normas morales (2:2-22).
- El apartamiento de la doctrina de la segunda venida de Cristo y de los juicios relacionados con ella (3:1-13).
La doctrina de la apostasía al final de esta era de Gracia se evidencia en el Nuevo Testamento en muchos pasajes (1ª Timoteo 4:1-3; 2ª Timoteo 3:1-9; Judas 3-19). Todas estas profecías de apostasía en gran escala en el mundo se están cumpliendo a partir del primer siglo y hasta el presente. La apostasía final ocurrirá después que los santos sean arrebatados y quede en el mundo sólo la porción inconversa de la falsa iglesia profesante.
Como resumen final, solamente los realmente salvos serán guardados de la hora de Prueba (Ap. 3:10), es decir, serán arrebatados antes de la Tribulación. En el Rapto, los raptados no morirán (1ª Cor. 15:51-53), porque serán transformados en un “abrir y cerrar de ojos”, cuando suene la trompeta.