La Trinidad
¿Por qué Dios es un Dios Trino?
La Trinidad de Dios es un tema complejo para una mente que no puede aceptar una verdad, aunque no sea entendida. Muchos creen en la evolución sin prejuicio, pero se llenan de consternación con la doctrina de la Trinidad. Aunque Dios la deja claro en su Palabra, y deja como mentira la evolución, muchos cristianos creen más en la evolución que en una doctrina básica de las Escrituras.
A)¿Dónde se menciona la palabra “trinidad”?
La Biblia nunca usa el término “trinidad”. Este término es teológico, una deducción que pretende dar un término a un concepto bíblico que no se especifica con un nombre.
El término bíblico es “Divinidad”, y siempre se refiere a Dios. La divinidad es la cualidad de ser “Dios”, y aparece en Hechos 17:29; Romanos 1:20 y Colosenses 2:9. En todos los pasajes, es una referencia a la cualidad de ser Dios.
B)¿Podemos confirmar que Jesús y el Espíritu Santo son tan divinos como el Padre?
Sí. La Escritura revela muchas veces que los tres son el mismo Dios, y que su esencia no confunde su individualidad. La palabra “persona”, es empleada para dar un poco de sentido, pero realmente en la Escritura se limita solo a definir que ambos son Dios, sin que por ello se mezclen o confundan entre sí. La Biblia nunca limita a Dios como está limitada una persona, pero a falta de palabras para expresar su identidad, se prefiere usar “persona”.
Varios pasajes bíblicos nos señalan que incluso Jesús era Dios en carne, es decir, su cuerpo físico era igualmente Dios. Pablo dice que “Dios se hizo carne” (1ª Tim. 3:16; cf. Jn. 1:14). En este aspecto, Jesús es identificado directamente como Dios. En Romanos 9:5 Pablo dice: “de los cuales es Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”. La afirmación es clara: Jesucristo es Dios.
En cuanto al Espíritu, también se afirma que Él es Dios: “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2ª Corintios 3:17). Esto lo identifica con las dos primeras personas de la Trinidad: Primero dice que “el Señor es el Espíritu”, para luego afirmar que donde está el “Espíritu”, hay libertad, recordándonos Juan 8:36.